Niños y jóvenes ingresan a colegios públicos debido a apoyos gubernamentales

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Frente a la situación económica de Venezuela en el año 2017 se ha evidenciado un fenómeno migratorio escolar que en años anteriores era poco probable. Gran parte de la población infantil y juvenil de Caracas ha ingresado a colegios públicos, esto debido a los diversos apoyos económicos que suministra el gobierno, basándose en las comidas diarias, becas, entre otros.

Para nadie es un secreto que la situación económica ha llevado a los padres venezolanos a una situación difícil con respecto al tema educativo para sus hijos, ya que las prioridades por ahora se encuentran en poder costear la alimentación y demás gastos de un hogar. Al agravarse la situación y con el debido apoyo del Estado a colegios públicos, el que los niños y adolescentes entren en instituciones públicas, también es una forma de solventar costos en el hogar.

Ciertamente la escolaridad privada se ha vuelto inalcanzable para muchas familias, por lo que ha llevado a muchos padres a tomar otras alternativas. Un estudio realizado por la consultora More Consulting publicado por el portal Efecto Cocuyo ; de un total de 767 representantes encuestados, 17,5% dijo que tendría que inscribir a sus hijos en un colegio público ante la imposibilidad de costear una institución privada.

Un ejemplo es el caso de Juan Fuentes, representante de un estudiante de 6to grado, que trasladó a su representado a la escuela de Fe y Alegría, puesto que no le alcanzaba para cubrir con los gastos de la matrícula y el hogar.

“El cambio lo hice porque no podía cubrir con la matrícula que rondaba los 90.000 – 100.000 bolívares, y a parte cubrir con las necesidades en la casa, principalmente la comida, no me alcanza. Esto es una solución para mis finanzas”. aseguró Fuentes.

Una de las primeras razones de tomar como opción  en los colegios públicos ha sido la creación de la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (CNAE). Esta corporación tiene su domicilio en Caracas y se creó en el año 2014 con el objetivo de formular e implementar planes estratégicos para la producción, suministro y procesamiento de alimentos, con el propósito de garantizar una alimentación sustanciosa y saludable a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes integrantes del subsistema de Educación Básica Nacional.

Además de esto, también se encarga de coordinar, supervisar y controlar las actividades destinadas a garantizar la ingesta de comida y nutrición de dicho grupo juvenil. Entre estas actividades se encuentra el Programa de Alimentación Escolar (PAE) creada en el año 1969 y que sigue vigente en el país.

La trabajadora social y psicopedagoga, Lusmila Briceño, enfatizó que debido a este programa que no es reciente, solo que esta en su auge, la matrícula estudiantil ha aumentado, sin importar el grado.

“Este año hemos visto cómo se ha incrementado el número de alumnos sin escolaridad, debido a que han ingresado luego de seis a diez años a la institución. Creemos que esto se debe a las ayudas económicas que ha dado el Estado, porque cómo se justifica que durante tanto tiempo hayan estado esos niños en casa y ahora es que las madres están motivadas a ingresarlo en el sistema educativo”, expresó la psicopedagoga.

En el mes de marzo del 2017 se le fue asignado un presupuesto de 1,4 billones de bolívares al Ministerio Educación, donde en su mayoría es para cubrir pagos de los pasivos laborales y las donaciones a proyectos estratégicos. De esta cantidad, para la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (CNAE) se destinarán 281 millardos de bolívares, tomando en cuenta que este plan tiene varias deficiencias.

Con la situación actual del país el programa PAE ha representado una ayuda para los representantes que no pueden costear la alimentación y la cuota de la matrícula por el alto costo de la vida.  Sin embargo, La población estudiantil se está viendo afectada en gran medida porque muchos planteles no poseen todos los recursos necesarios para cumplir con la demanda alimenticia; por lo que en algunas ocasiones no se les da las tres comidas (desayuno, almuerzo y merienda) requeridas, así que buscan maneras de solucionar uniendo todo en el almuerzo, o simplemente dejando salir a los alumnos del plantel temprano.

Se desconoce la cifra oficial de cuántas escuelas se encuentran beneficiadas por el programa PAE y cómo es su funcionamiento actual. Según la profesora Olga Ramos del Observatorio Venezolano de Educación en entrevista con el portal web Crónica Uno, hasta 2010 esas estadísticas eran publicadas por el Ministerio de Educación.

A pesar de que el presupuesto monetario actual es mayor al del año anterior y de que el ministro de educación, Elías Jaua, prometió aumentar la cantidad de alumnos que serán beneficiados por el programa, el gobierno nacional no ha podido cubrir en su totalidad la demanda alimenticia escolar de los colegios públicos.

Se puede observar en el vídeo el objetivo que tiene el programa PAE con relación a la alimentación en la escolaridad, pero esto se ha venido decayendo cada vez más porque los recursos no son suficiente.

Un estudio realizado por Observatorio Venezolano de Educación encabezado por la profesora Ramos, se calcula que el monto aproximado disponible de acuerdo al presupuesto del CNAE para 2017 es de 71,76 bolívares por comida, lo que hace casi imposible poder costear el desayuno, almuerzo y cena para un estudiante.

Esto ha obligado a los padres a no enviar regularmente a sus hijos a los planteles educativos. Es el caso de Fe y Alegría que comprende solo 170 escuelas en el país y posee actualmente problemas de asistencia de los alumnos porque no se garantiza la alimentación, además de manifestar que existen escuelas de esta federación en las que no llega el programa.

La coordinadora del proyecto “Ciudadanía y Paz” de los colegios Fe y Alegría, Luisa Pernalete, comentó que la principal causa de inasistencia es la alimentación: “Si no hay comida en la casa y si el PAE (Programa de Alimentación Escolar) no se garantiza, eso termina siendo una causa deserción” agregó.

Frente a este problema, las soluciones por parte de los representantes no se han hecho esperar. La profesora Luisa comenta que en muchas de las instituciones de Fe y Alegría los alumnos han decidido llevar hortalizas y verduras para realizar sopas y repartirlas entre todos los estudiantes del plantel: “Aunque la situación sea difícil no es imposible ayudar” afirmó.

A pesar de esto, la alternativa de muchos padres siguen siendo los colegios públicos aunque solo asistan los días que llegue el PAE, ya que esto representa una comida menos en el hogar.

“Yo solo estudié hasta sexto grado de primaria, soy ama de casa y trabajo vendiendo en un abasto cerca de mi casa por Antímano; mi hijo mayor me ayudaba con las cargas, el negocio, pero también tengo otras dos bocas más que alimentar, por lo que decidí inscribirlo en una escuela pública que le dieran alimento porque no podía con todo”, aseguró Graciela Aceituno, representante de Francisco Fuentes de 14 años, estudiante de 1° año de bachillerato.

En una de las entidades pertenecientes a la fundación de Fe y Alegría se muestra que si ha existido un incremento con respecto a la población estudiantil:

Conformación de la Comunidad Escolar Año Escolar 2016-2017

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Conformación de la Comunidad Escolar Año Escolar 2017-2018

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Los grados que más solicitan los representantes son 1° grado de educación básica y 7° grado de bachillerato. En este último, existen alumnos que sobrepasan la edad mínima requerida para cursar el grado, es decir, en promedio un estudiante para este ingreso se encuentra entre 12 – 13 años de edad, pero existen casos en los que los alumnos alcanzan hasta los 16 años, esto se debe a que no tienen la suficiente escolaridad, para estar en su nivel académico porque fueron ingresados a destiempo al sistema escolar o porque fueron retirados por tiempos prolongados.

Para poder establecer si el joven está apto para un grado, debe pasar por diversas pruebas psicológicas y aplicadas a diversas materias, una vez realizadas se obtiene un diagnóstico y una respuesta.

Esta población se encuentra en un estado crítico debido a la deserción de alumnos en niveles superiores de media general, es decir, bachillerato, esto se debe a que muchos de ellos por la falta de recursos se ven en la obligación de abandonar los estudios y comenzar en el campo laboral. Otro de los factores resaltado por la profesora Luisa Pernalete, es el desinterés por continuar estudios superiores debido a la corrupción y la poca importancia que se le da a los profesionales en el país:

“En conversaciones los alumnos dicen que para qué seguir estudiando si como vendedor ambulante se gana más dinero” comentó con preocupación Pernalete.

 

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